En las Nubes
Carlos Ravelo Galindo
Antes que nada un fuerte abrazo a todos los y las Conchas. Es su dÃa. A reÃr enseguida:
Un jubilado compartió esta anécdota:
“La gente que todavÃa trabaja me pregunta a menudo qué hago, ahora que estoy retirado...
Pues bien, por ejemplo, el otro dÃa fui al centro. En Correos entre a recoger un paquete que me habÃa llegado, sin tardar en la gestión ni cinco minutos.
Cuando salà y llegué al carro que estaba en la puerta, un policÃa rellenaba una multa por estacionamiento prohibido.
Rápidamente me acerqué a él y le dije:
Vaya hombre, no he tardado ni cinco minutos. Dios le recompensarÃa si hiciera un pequeño gesto para con los jubilados.
Me ignoró olÃmpicamente y continuó con la infracción.
La verdad es que me pasé un poco y le dije que no tenÃa vergüenza. Me miró frÃamente y empezó a llenar otra infracción. Además, el vehÃculo no traÃa no sé qué calcomanÃa de la bendita verificación.
Entonces levanté la voz para decirle que me habÃa percatado de que estaba tratando con un imbécil. Pregunté cómo habÃa logrado entrar en la PolicÃa.
Acabó con la segunda infracción, que colocó debajo del limpiaparabrisas, y empezó una tercera.
No me achiqué y estuve asà durante unos 20 minutos llamándole de todo.
Mientras él a cada insulto, respondÃa con una nueva infracción. Con cada boleta que llenaba, se le dibujaba una sonrisa que reflejaba la satisfacción de la venganza...
Después de la enésima infracción. Y sin que el uniformado respondiera le dije:
Lo siento. Ya no puedo esperar más
¡Ahà viene mi autobús!
Y es que desde mi jubilación, ensayo cada dÃa cómo divertirme un poco.
Es importante hacer algo a mi edad, para no aburrirme. Concluyó.
craveloygalindo@gmail.com