DE FRENTE Y DE PERFIL
RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
Uno de los fenómenos que parecen inexplicables para el priismo es el porqué se pierden los estados en que sus gobernantes se encuentran bien calificados, como es el caso de Querétaro.
En esa entidad, todos los sondeos ofrecían las más altas calificaciones al entonces gobernador José Eduardo Calzada Rovirosa, catalogados según esas empresas como el mejor gobernador del país, con las más altas tasas de crecimiento económico, generación de empleos y seguridad para los ciudadanos.
Tan altas expectativas motivaron que el gobernador no cuidara su sucesión, se empecinará en dejar como heredero a su aliado, Roberto Loyola Vera, quien primero fue secretario de Gobierno y después alcalde de Querétaro, en lo que se consideró el mejor posicionamiento.
Con lo que no contaba Calzada Rovirosa es que Loyola Vera fuese tan gris, poseedor de una figura política pequeña, por lo que ni siquiera el reconocimiento al gobierno de José Eduardo le sirvió de algo.
Perdió rotundamente en las urnas ante el hoy gobernador Francisco (Pancho) Domínguez Servién, contra el que no pudo, ni siquiera respaldado por una campaña de lodo sobre el panista.
Eso sí, Calzada Rovirosa concretó su anhelo de formar parte del gabinete presidencial, al ser llamado como titular de Sagarpa, sin siquiera terminar su mandato y como recompensa por sus relaciones en el gobierno federal.
Dicho fenómeno está a punto de repetirse en Aguascalientes, entidad que gobierna Carlos Lozano de la Torre, priista como Calzada Rovirosa y cuya administración estatal merecer calificaciones tan altas como las del hoy secretario de Agricultura.
Al igual que el ex gobernador de Querétaro, el mandatario de Aguascalientes no basa las percepciones en un buen gobierno, sino en la gran inversión económica que se realizan en esas entidades, lo que permite la generación de empleos, el crecimiento y la derrama económica.
Como gobernador y político, Lozano de la Torre obtiene bajas calificaciones y se le ubica entre los mandatarios estatales entregados a la fiesta, sin importarles la suerte de sus gobernados.
Aguascalientes está considerada como una de las más difíciles aduanas electorales para el partido tricolor.
Cuenta con una buena candidata en la persona de Lorena Martínez Rodríguez, quien gobernó el ayuntamiento capitalino en los tres primeros años del gobierno de Lozano, pero mantiene diferencias grandes con el gobernante.
Tantas que si por Lozano hubiese sido, Lorena no pasaría como candidata de su partido, aunque sus palabras no fueron escuchadas por la alta dirigencia partidista que decidió arriesgar con ella como candidata.
Los priistas saben que será difícil conseguir el triunfo, pero de las dos cartas con las que contaba (Miguel Romo Medina era la otra), Lorena es la opción para competir con posibilidades de éxito.
Y es que las cuentas electorales que arrojó Lozano de la Torre son terribles. En la intermedia perdió la capital del estado y en la federal, los tres distritos con que cuenta el estado, por lo que se decidió hacerlo de lado en su sucesión.
Hace seis años cuando gano Carlos Lozano contó con un gran respaldo del entonces gobernador, el panista Luis Armando Reynoso Femat, enfrentado con el candidato de su partido, Martín Orozco Sandoval, por lo que decidió apoyar al priista.
El hoy gobernador de Aguascalientes era, hasta antes de la elección para gobernador, un eterno perdedor de elecciones. Compitió por la alcaldía de Aguascalientes y cayó derrotado, fue candidato al Senado de la República y sucedió lo mismo, por lo que tuvo que conformarse con la primera minoría.
De ahí que fuese necesario auxiliarlo desde fuera del partido, para compensar las fallas de mal candidato del tricolor, pero necesario para impedir que Martín fuese el ganador del proceso electoral.
La historia de Reynoso Femat es sumamente conocida, fue expulsado de Acción Nacional, luego procesado y hasta encarcelado por malos manejos en su administración, donde destacan la compra simulada de un tomógrafo, por los delitos de ejercicio indebido del servicio público y peculado en perjuicio del gobierno del estado de Aguascalientes.[1]
El 10 de julio de 2015 fue detenido y encarcelado por defraudación fiscal.
Por el contrario, el candidato perdedor y a quien Reynoso Femat le jugó las contras, Martín Orozco, ganó con holgura el Senado de la República y desde ahí reconstruyó su figura y competirá nuevamente con los colores blanquiazules por el gobierno del estado.
Martín que fue alcalde de la capital del estado, al igual que Lorena parte como favorito en las encuestas para devolver esa entidad a los gobiernos panistas, como lo fue durante dos administraciones seguidas, la de Felipe González y la de Luis Armando Reynoso.
Ahora se verá si Lozano de la Torre tiene que devolver el favor o se aplica a favor de su compañera de militancia, con lo que podría hallar entendimiento por órdenes superiores.
Claro que el futuro del gobernador de Aguascalientes no será tan promisorio como el de homólogo queretano, ni siquiera manteniendo su partido el gobierno del estado.
Lo que si queda claro es que en Aguascalientes disputarán el gobierno estatal dos personajes avecindados en esa entidad, una zacatecana (Lorena Martínez Rodríguez) y un jalisciense (Martín Orozco Sandoval, con lo que queda claro que esa entidad es tierra de oportunidades para todos.
LICENCIA PARA YUNES LANDA
Con la licencia otorgada por la Comisión Permanente a Héctor Yunes Landa, ocupará la plaza de senador, la dirigente cenopista en Veracruz, Erika Ayala, a la que llueven las oportunidades.
Hace apenas seis meses, Ayala asumió la dirigencia cenopista y ahora se convertirá en senadora de la República, como suplente del candidato priista al gobierno de Veracruz.
Email: ramonzurita44@hotmail.com
Email: zurita_sahagun@hotmail.com