Averígüelo Vargas.

Cierra un año marcado por carencias y torpeza de los deficientes gobiernos anteriores.—El gobernador Héctor Astudillo tendrá que buscar adelanto de participaciones federales.—Obligado aplicar la máxima energía para que no haya impunidad por esta mala situación.

Pocas, muy pocas veces, se había visto tan deteriorado y lastimado el final de un año fiscal en el estado de Guerrero, debido a las lamentables condiciones en el el anterior gobierno, de Rogelio Ortega, entregó a la nueva administración elegida democráticamente de Héctor Astudillo Flores, con enormes faltantes financieros, que corresponden al pago de salarios, vacaciones, aguinaldos y bonos de los trabajadores al servicio del estado, de los jubilados y de grupos vulnerables que requieren de la ayuda oficial para subsistir.
No hay manera de recuperar los más de 3 mil millones de pesos que el fallido gobierno anterior debió dejar en las arcas o las cuentas públicas, para que pudieran cubrirse esas obligaciones contraídas con la burocracia y otros grupos.
La candidad que se maneja oficialmente es de 3 mil 323 millones de pesos, que el gobierno estatal debió dejatr en las arcas públicas de la entidad, de las que hasta estas alturas se deconoce su paradero, lo que crea un grave problema, porque esos fondos debieron entregarse para cubrir todas las obligaciones señaladas, y sin embargo son recursos que desaparecieron y quienes entregaron el gobierno no han precisado qué fue lo que pasó con ellos.
Esta situación provocó que en el estado el ambiente festivo de diciembre haya desaparecido para dar lugar a preocupaciones e incertidumbre por no saber cómo o cuándo se cubrirán tales pagos que son obligatorios, lo que afecta a los trabajadores que advierten la inseguridad de que el gobierno actual pueda cumplir en forma y tiempo con esos pagos de fin de año.
Así como hay angustia entre la gente que siempre ha contado con esos recursos decembrinos, el gobierno debe estar pasado por una situación semejante, por no saber, hasta ahora, que ocurrió con esos fondos oficiales y tener que buscar la manera de reponerlos y cumplirle a buena parte de la sociedad que espera esos recursos.
EL GOBERNADOR ASTUDILLO GARANTIZA QUE SE HARÁN ESOS PAGOS.-- El gobernador Héctor Astudillo ha planteado que esos pagos de harán porque la gente tiene todo el derecho de recibirlos y tener una buena temporada de fin de año y principio de uno nuevo.
Seguramente que tendrá que recurrir al gobierno federal a fin de que le provea los fondos necesarios para cumplir con las obligaciones de fin de año, aunque en el sistema financiero oficial no hay recursos sobrantes que sirvan para cubrir los resultados de una mala administración estatal, como la anterior, de modo que lo que se le preste al gobierno en funciones se le descontará de sus participaciones del año próximo.
De por sí ya existía un programa de austeridad para aplicar en el gobierno de Astudillo y con los préstamos o adelantos que logre para cubrir las necesidades actuales, será necesario apretarse aún más el cinturón y reducir partidas que no sean indispensables, para cubrir los descuentos que sufrirán las partidas federales que recibe el estado para cubrir sus necesidades.
EL GOBIERNO TENDRÁ QUE BUSCAR UN ADELANTO DE PARTICIPACIONES FEDERALES.--Es bien sabido que Guerrero es una de las enidades federativas que dependen en gran medida de las aportaciones federales para cubrir sus necesidades de operación y de gasto público, ya que los recursos que se generan en el interior del estado y que quedan en manos del gobierno estatal, son muy escasos y no reoresentan más de 20 por ciento. El otro 80 por ciento o más proviene de las aportaciones que entrega la Secretaría de Hacienda y Crédito Público del gobierno federal.
Sólo en el ramo de educación, por citar el caso más emblemático, el gobierno de la República aporta más del 90 por ciento de los recursos del sistema educativo estatal para mantenerse en funcionamiento, porque las arcas estatales no están en condiciones de aportar más del 10 por cieno.
Una situación muy semejante ocurre con la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), cuyo pesupuesto proviene en un 80 por ciento de la federación y en un 20 por ciento o menos, del gobierno estatal.
OBLIGADO APLICAR LA MÁXIMA ENERGÍA PARA QUE NO HAYA IMPUNIDAD EN ESTA MALA SITUACIÓN.—Ante una situación tan crítica como la que enfrenta el gobierno de Héctor Astudillo Flores, no hay duda que es obligado actuar con el mayor rigor y con toda la transparencia necesaria, para que se aclaren y se defina las causas de ese faltante, porque los 3 mil 323 millones de pesos que hacen falta no puede haberse perdido sin que nadie sepa dónde están o en qué se emplearon.
La verdad es difícil imaginar y creer que ese fracasado gobierno anterior haya podido disponer de esa enorme cantidad para satisfacer su voracidad y la gran corrupción que podría suponerse de esa situación.
El gobierno actual debe practicar todas las auditorías necesarias, para revisar hasta el menor detalle que ocurrió, donde está ese dinero y porqué no está disponible para cubrir los gastos obligados ya planteados.
Esas revisiones, como dijo el secretario de Administración y Finanzas, Héctor Apreza Patrón, ya se están haciendo y con un popco más de tiempo y mucho trabajo debe llegarse al fondo de este increíble situación de incapacidad y corrupción de ese gobierno, al que mandaron para mejorar la difícil situación que vivía Guerrero, después de la muerte y desaparición de los normalistas de Ayotzinapa y que lo único que hizo fue acabar de desgraciar al estado y dejarlo sumido en la peor crisis financiera de su historia, lo que ya es mucho decir, porque vaya que este pobre estado ha tenido situaciones graves y hasta desesperadas, pero pocas o ninguna como la actual que heredaron ese grupo de universitarios, que acabaron por ser la peor plaga que le haya caído al estado y a los guerrerenses.
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