(Carta a Don Héctor)

ESTAMOS DE ACUERDO en que no basta señalar y denunciar el desfalco y cochinero encontrado en el Gobierno del estado, pues eso ocurre cada que termina un gobierno y empieza otro. Zeferino Torreblanca denunció que René Juárez Cisneros le dejó un desastre; Ángel Aguirre Rivero hizo lo mismo con Zeferino, y Rogelio Ortega Martínez, seguro te acuerdas, acusó que Aguirre se llevó hasta los clips.

Y en todos estos casos, no pasó de la denuncia, de pedir que las instancias correspondientes, fiscalizadoras de los recursos públicos, es decir, la Contraloría General del Estado (hoy convertida en secretaría), y la Auditoría General del Estado, dependiente del Congreso local, hicieran su chamba y actuaran en consecuencia.

Sin embargo, no se llegó a nada, a pesar de que, como en los casos de Zeferino y Aguirre, se ventilaron cifras y nombres. No se llegó a mayores, pues los desfalcos al erario público solo quedaron en acusaciones, gritos y sombrerazos.

Por eso es que muchos creemos, hay que decirlo, que la sola denuncia de que en el Gobierno del estado se encontró todo un cochinero, con desfalcos, desvíos e incluso robo de recursos por quienes gobernaron el estado, no es suficiente, digo, si no va acompañada con un férreo compromiso de aplicar la ley a los culpables de este saqueo.

No. No es suficiente quedarse en la denuncia, porque los hechos demuestran que no se actúa en consecuencia, de tal forma que los que han sido señalados de ratas, por haber saqueado el erario público, andan muy campantes por el mundo, como si nada ocurriera, y hay casos, incluso que hasta son “representantes populares”.

Ya basta de tanta impunidad. Ya basta que no se castigue a quienes se han enriquecido con el dinero del pueblo. Yo creo que la falta de esos tres mil millones de pesos que se requieren de manera urgente no puede quedar así nomás, porque esos dineros existieron y, o los desviaron para otras cosas, o se los robaron quienes tenían la facultad de manejarlos.

Obvio. Para salir al paso hay que pedir prestado, o como es el caso, un adelanto de las participaciones federales del 2016, pero en algún momento se tendrán que pagar o descontar esos recursos al gobierno del estado, y en consecuencia, esos tres mil millones de pesos seguirán faltando para hacer obra pública, para hacer escuelas y centros de salud y hospitales, carreteras y puentes, y por supuesto, se necesitan para concretar proyectos productivos.

Esos tres mil millones de pesos deben aparecer, primero porque existieron, y segundo, es obvio que alguien los tiene, o alguien hizo un mal uso de todo ese dinero, y eso no solamente es un delito, sino que debe, además de devolverlo, pagar con cárcel. Por supuesto, si es que se quiere aplicar la ley, y si se quiere también poner un ejemplo de ser diferente.

Y EN OTRO ASUNTO, sin duda que tiene razón el diputado del PRD, y dirigente de la corriente Democracia Social, de ese mismo partido, Raymundo García Gutiérrez, en el sentido de que más que andar queriendo darles línea sobre cómo deben votar en el Congreso local, la dirigencia nacional debe estar cerca de la población, visitándolos en sus comunidades, y no vivir a cuerpo de rey, en sus lujosas oficinas.

Lo anterior, en referencia a la amenaza de la dirigencia nacional y estatal de sancionar a los diputados locales del PRD que votaron a favor de Xavier Olea como nuevo Fiscal del estado, toda vez que había la consigna que lo hicieran en contra.

Al respecto, García Gutiérrez, uno de los diputados perredistas que votó a favor de Xavier Olea, señaló que “en Guerrero nosotros como diputados locales del PRD traemos la responsabilidad y el compromiso de los ciudadanos, y en ese sentido, tenemos que coadyuvar con el gobierno para que éste resuelva los problemas en favor de los guerrerenses”.

En este sentido, dijo que la secretaria general del PRD trae una actitud revanchista, la cual no comparten, pues están en la ruta de reestablecer la tranquilidad de los guerrerenses y que exista mayor seguridad, mientras que la dirigencia nacional tiene otra opinión.

Dijo que la motivación que tuvieron para votar a favor de Xavier Olea para que asumiera la Fiscalía del estado, “es la forma de cómo este gobierno pueda cumplirle a los guerrerenses, dándole facilidades para que pueda hacer un equipo y pueda corresponder la demanda ciudadana”, tras puntualizar que “la responsabilidad de los diputados surge por la necesidad y exigencia del pueblo que votó por nosotros”, de tal forma que si los sancionan es como si ya no quisieran los votos de Guerrero. Jejé.

Y A PROPÓSITO de perredistas, más que criticar al ex presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso local, Bernardo Ortega Jiménez, por la conformación de una nueva corriente al interior de ese partido, habría que reconocerle que tuvo la decisión y la valentía de querer, y ahora ser, cabeza de grupo y no siempre el segundón.

Yo sí creo que vale más “ser cabeza de ratón que cola de león”. Por supuesto, el tiempo lo dirá, pero creo que el ex diputado local tiene la capacidad y los méritos suficientes para brillar con luz propia.

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