El sexo es difícil de comprender para algunos ya que: los amenaza, los motiva, les provoca “pasión”, los enloquece y les ofrece un escape. Puede ser tierno, amoroso, alegre, doloroso, explosivo, maravilloso, satisfactorio o humillante. Con frecuencia, el sexo y el amor es lo mismo para muchas personas o necesitan estar enamoradas para tener sexo. Otros crecen con la idea de que el sexo es indebido si no están casados o que éste sólo sirve para la reproducción y no para el placer.
Algunos se han rebelado contra este concepto y piensan que el sexo nada tiene que ver con el amor. Abandonen estas creencias que no resuelven sus inquietudes. Puede haber sexo con y sin amor, pero ambos requieren de responsabilidad. También se debe tener cuidado, porque puede ser una forma de abuso para quienes tienen baja autoestima. Cuando necesites una pareja para sentirte valioso, es el momento de examinar tu manera de pensar y tu autoestima.
Antes de responder a las siguientes preguntas, recuéstate o siéntate en una postura cómoda. Cierra los ojos y coloca las dos manos sobre tu corazón. Imagina que un rayo de luz blanca y brillante entra en tu corazón. Concéntrate en la visión de éste y di en voz alta: “deseo que entre el amor”. Siente la energía. Después de unos minutos, repítelo varias veces, al final abre los ojos y di: “todo está bien”.
Responde en secreto las siguientes preguntas con la mayor honestidad.
1. ¿Qué aprendiste sobre el sexo cuando eras niño?
2. ¿Qué te enseñaron tus padres sobre el cuerpo humano, en especial sobre tus genitales? ¿Fue algo hermoso o vergonzoso?
3. ¿Piensas que tus padres tiene una vida sexual satisfactoria?
4. ¿Tus ideas sobre el sexo son como las de tus padres?
5. ¿Es lo mismo para ti el sexo que el amor?
6. ¿Cómo te sientes durante el acto sexual? ¿Te sientes amoroso y tierno o te sientes culpable y avergonzado?
7. ¿Alguna vez han abusado sexualmente de ti o tú has abusado de otra persona?
8. Si pudieras cambiar algo con respecto al sexo en tu vida, ¿qué sería?
Ahora mírate a los ojos en el espejo de tu casa y di: “deseo amar mi cuerpo y mi sexualidad”. Repítelo tres veces, con más intensidad y sentimiento cada vez. Luego responde estas preguntas en secreto.
1. ¿Cuáles son tus pensamientos más negativos acerca de tu cuerpo?
2. ¿De dónde llegaron esos pensamientos?
3. Deseas abandonarlos ¿sí o no?
Ahora examinemos tu autoestima. Responde las siguientes preguntas y después de cada una crea la afirmación correspondiente.
1. ¿Merezco disfrutar mi sexualidad?
Ejemplo: no odio mi cuerpo. Me siento feo.
Ahora escribe tu ejemplo:
Ejemplo de afirmación: Amo y aprecio mi cuerpo. Tiene la forma y el tamaño perfecto para mí. Me alegro de disfrutar mi sexualidad.
2. ¿Qué es lo que más temo sobre mi sexualidad?
Ejemplo: temo que se rían de mí. Temo hacerlo mal o no saber qué hacer. Temo sentirme sucio(a).
Tu ejemplo:
Ejemplo de afirmación: Mi sexualidad es un don maravilloso. Amo ser creativo. Estoy a salvo.
Tu afirmación:
3. ¿Qué consigo con esta creencia?
Ejemplo: Consigo protección. Sentirme a salvo. No quiero que nadie me acerque sus genitales. Los genitales me atemorizan.
Tu ejemplo:
Ejemplo de afirmación: No hay peligro en ser yo mismo. Amo todo mi cuerpo. Confío en el proceso de la vida para que me mantenga a salvo.
Tu afirmación:
Cuando tengas tu lista, menciona diariamente todas las afirmaciones a diario y en cada momento que te asalten las ideas negativas con respecto a tu sexualidad. Si se te olvidan puedes leerlas.
* Autora de los libros “Cómo ser padres sin dejar de ser pareja” y “Enamorados o confundidos” de editorial Trillas los encuentras en Centros cultural Trillas. Entra a la página vinculosdelamor.com y escribe a marinacastro@vinculosdelamor.com