Crisis, también en el gabinete astudillista

Ciertamente, la administración estatal presidida por Héctor Astudillo Flores, entró en una crisis cuyos niveles de profundidad parecen inmedibles. No solo porque a casi tres meses de haber tomado protesta, los problemas se le siguen acumulando por todos lados; sino porque hasta hoy no se han presentado resultados creíbles y convincentes respecto de su eventual solución. Y el gobernador tricolor no debe darse por sorprendido. Porque el reto político lo tenía bien claro desde el principio: su misión prioritaria consistía en dar respuestas rápidas a una crisis social que si bien es cierto le fue heredada, precisaba ser desactivada progresiva y urgentemente. Pero eso no ha ocurrido. El orden y la paz que fueron sus divisas de campaña electoral, sencillamente no llegan. E irónicamente, en todo este desorden marcado por la violencia, la anarquía y la impunidad, hay algunos de sus secretarios de despacho que han contribuido a zanjarla y agravarla desde sus propias trincheras. Es cuestión de ubicarlos.
CRISIS, TAMBIÉN EN EL GABINETE.- Algunos secretarios de despacho de la administración astudillista, han demostrado en poco tiempo, no estar a la altura de las complicadas circunstancias. Y se lee así: 1.- El pasado 11 de enero, adultos mayores beneficiarios del programa gubernamental Pensión Guerrero, se plantaron en las puertas de palacio de gobierno. Demandaron la destitución de la secretaria de Desarrollo Social, la renejuarista Alicia Zamora Villalba. La razón: la funcionaria pretende cruzar los apoyos federales y estatales. Todo ello encaminado a desaparecer Pensión Guerrero. De Zamora Villalba se conocen sus poses insensibles, altaneras y arrogantes. Y empoderada, su ego crece hasta rozar los cielos. Desde luego, eso no le ayuda en nada a su jefe político, el gobernador Astudillo. Pero los hechos son elocuentes: Alicia le abona a la ingobernabilidad. 2.- El secretario de Seguridad Pública, Pedro Almazán Cervantes, no muestra resultados respecto de la alta estadística criminal. Y al parecer no quiere hacerlo. Por esa razón, la presidenta de la Comisión de Gobierno del Congreso local, Flor Añorve Ocampo, ya deslizó que lo llamará a comparecer ante el pleno de ese poder. Almazán Cervantes ya venía desempeñándose como tal en la pasada administración estatal presidida por Rogelio Ortega Martínez, quien lo designó en esa dependencia en noviembre de 2014, en sustitución de Leonardo Vázquez Pérez. Sin embargo y pese a su amplio currículo militar, hasta hoy sus logros no se ven. 3.- El secretario General de Gobierno, Florencio Salazar Adame, pese a ser el responsable de la política interna de la entidad, nada quiere saber de la inseguridad. Y para salirse de las preguntas incómodas –como la de los 17 desaparecidos en el municipio de Arcelia-, asume que esa respuesta la tiene justamente, el secretario de Seguridad Pública, Pedro Almazán. Elude deliberadamente, su responsabilidad en esos eventos. 4.- El secretario de Finanzas, Héctor Apreza Patrón, intenta recuperar su feudo político en el municipio de Olinalá y en la región de la Montaña. Y por eso busca imponer como director Instituto Tecnológico Superior de La Montaña (ITSM), a Eugenio González Rodríguez, hermano del diputado local Eusebio González, un cuadro político de probada pertenencia a los establos de Apreza Patrón. El asunto es que ya le creó un problema político al gobernador Astudillo, pues los alumnos de ese centro educativo lo rechazan. Aducen que carece del perfil académico y la experiencia laboral. Y su interés en el plantel es desviar recursos e influenciar en el alumnado con fines políticos, sin comprometerse con el desarrollo académico y el fortalecimiento de la institución. Apreza ha guardado silencio. Pero es obvio que opera soterradamente. 5.- Finalmente, el secretario de Fomento Turístico, Ernesto Rodríguez Escalona –dos veces frustrado aspirante a la alcaldía de Acapulco-, asume cínica e incompetentemente que “no depende de mí el regreso de los spring breakers”. Y si no es él: ¿Entonces quién es el personaje que podría traer de regreso a las playas porteñas a esos vacacionistas norteamericanos? ¿Cuál es la verdadera función y compromiso de Rodríguez Escalona en esa Secretaría? Se confirma con ello, que varios titulares de despacho, no le están ayudando al gobernador Héctor Astudillo. Contribuyendo visiblemente, al ahondamiento de una crisis social que parece inmedible. Y que de algún modo, asfixia tempranamente a dicha administración estatal tricolor.