Por Marco Polo Aguilar

De la Mora Torreblanca: chiquero

De la Mora Torreblanca: chiquero
Periodismo
Diciembre 13, 2015 23:08 hrs.
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*Álvarez Angli vive con lujos en Texas
*PVEM: fortunas de dudosa procedencia

La enciclopedia libre Wikipedia define a la oligarquía como una forma de gobierno en la que el poder supremo está en manos de unas pocas personas, casi siempre de la misma clase social. Los escritores políticos de la antigua Grecia emplearon el término para designar la forma degenerada y negativa de aristocracia. La oligarquía surgiría cuando la sucesión de un sistema aristocrático se perpetué por transferencia sanguínea o mítica, sin que las cualidades éticas y de dirección de los mejores surjan como mérito reconocido por la comunidad.
Y esto viene al caso porque el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), rodeado de escándalos desde su nacimiento en 1986, está conformado por una oligarquía que en menos de 30 años ha construido enormes fortunas de dudosa procedencia que le han servido para darse lujos o tapar alborotos personales o políticos.
El controvertido político perredista Pablo Gómez describe así al PVEM: “es un grupo de personas que se dedica al negocio del tráfico de influencias, carente del menor principio ideológico o político, con capacidad de argumentar lo que sea en el momento que sea para defender a quien sea, siempre que todo eso deje dinero".
Jorge Alcocer, experto en materia electoral así define la actuación de los verdes: “el poder del Partido Verde es que ha puesto su registro y sus candidaturas al servicios de intereses políticos que perjudican la vida democrática del país”.
Pero el descrédito del PVEM ha rebasado los niveles nacionales. El prestigiado diario británico The Guardian ha publicado que “los líderes del Partido Verde son acusados con regularidad de corrupción, la venta de favores políticos y de no mostrar ninguna interés por las cuestiones ambientales”.
El expresidente del PVEM, Jorge Emilio González Martínez, ha sido uno de los grandes protagonistas de los escándalos personales y políticos que han acaparado la atención de los medios de comunicación, a grado de solicitar, una y otra vez al Instituto Nacional Electoral (INE) el retiro del registro de ese partido político.
González Martínez, apodado el Niño Verde, ha ido desde el conocido “Torito” por conducir en estado de ebriedad, de negociar dos millones de dólares a cambio de permisos para la construcción de varios hoteles en Cancún, hasta de ser investigado por el asesinato de una mujer de nacionalidad búlgara al caer del piso 19 de su departamento situado en el complejo Esmerald en Cancún, en donde organizó uno de sus conocidos bacanales en abril del año 2011.
Miembros de su mismo partido están molestos con los excesos del Niño Verde. El ex diputado Santiago León Aveleyra exhibió copias de facturas de costosos viajes de González Martínez a París, Francia, donde estuvo en el restaurante Saint Tropez y en el costosísimo hotel George V Four Seasons.
A principio del año que está por concluir, el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello se exhibió en un video en donde discutía con uno de sus empleados al que abofeteó públicamente.
Uno de los últimos casos de los integrantes del PVEM lo ha protagonizando el ex subsecretario de Gobernación Arturo Escobar y Vega, a quien el titular de la Fiscalía Especial para Delitos Electorales, Santiago Nieto, tuvo el valor de solicitar una orden de aprehensión a la Procuraduría General de la República para ser investigado como delincuente electoral, por comprar voluntades en las pasadas elecciones al otorgar nueve mil tarjetas de descuento a ciudadanos.
Más tardó Santiago Nieto en hacer la acusación, cuando ya toda la maquinaria priista, judicial y electoral se le lanzaron a la yugular para “voltearle” la tortilla y solicitar su destitución como fiscal electoral, porque según esto, había violado la secrecía de una averiguación previa en contra de Escobar, amén de haber sido asesor del PRD antes de su nuevo encargo y que no había declarado en su curriculum.
La senadora del PAN, Marcela Torres Peimbert declaró al columnista de Excelsior Francisco Garfias: “Toda la atención tiene que estar enfocada en un delito que sí está probado y es la entrega de las tarjetas platinum premium. Hay un fiscal valiente (Santiago Nieto) que lo está denunciando. Creo que debemos respaldarlo como mexicanos para evitar problemas electorales…”.
Pero quién podrá pensar, en su sano juicio, que Arturo Escobar es inocente, si en julio del 2009 fue detenido en Chiapas in fraganti con una maleta con más de un millón de pesos y de los que el ex subsecretario de Gobernación nunca supo explicar su procedencia
Sirva lo anterior para ilustrar que la actividad del PVEM en el estado de Guerrero no es diferente. Y para muestra un botón: El dirigente ecologista, Marco Antonio de la Mora Torreblanca y el diputado federal por el mismo, Arturo Álvarez Angli, viven con todas las comodidades y rodeado de lujos en sendas mansiones en el desarrollo San Antonio Sonterra Stone en Texas, valuadas entre los 3 y 6 millones de pesos.
San Antonio Sonterra Stone se ha convertido en un paraíso verde en Texas, ya que ahí también han comprado mansiones el delincuente electoral Arturo Escobar y Vega y Alejandro Carabias Icaza quien ha sido diputado local y federal bajo esas siglas.
Pero cómo diría el presidente del Morena, Andrés Manuel López Obrador: ¿quién pompo?
De la Mora Torreblanca ´-sobrino del gobernador Zeferino Torreblanca-, se ha dado el lujo de comprar y vender su inmueble en zona residencial de Texas. Su primera casa se la vendió a Alejandro Carabias para comprarse una más grandes en Whisper Canyon, valuada en 5.5 millones de pesos.
Pero apenas el viernes pasado, la Comisión de Fiscalización del INE informó que al parecer el PVEM será multado con 88.5 millones de pesos por una operación inmobiliaria dolosa descubierta en una indagatoria que data del 2011, en la que un proveedor puso a nombre de Marco Antonio Mora Torreblanca un terreno ubicado en Iztapalapa.
En el desarrollo Sonterra Stone en Texas también compró su residencia el diputado federal por Guerrero, Arturo Álvarez Angli, quien en la legislatura local fue coordinador de su fracción en el estado. La propiedad valuada en 3.8 millones de pesos está ubicada en el número 749 de la calle de Treaty Oak, a dos casas de la del ex diputado Carabias.
Como dijera Sergio Aguayo: “El verde es un caso estridente de perversión democrática” y yo añadiría, moral, económica y familiar, en donde la honradez está ausente. ¿O tú qué opinas distinguido lector?
Movimientos telúricos…Con esta me despido, deseándoles a mis lectores y amigos una feliz Navidad y un próspero Año Nuevo…marcop1955@hotmail.com

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