Claudia Rodríguez
Plata Pura
ACTA PÚBLICA
Hasta antes del priista Carlos Salinas de Gortari, los presidentes de México una vez terminado su sexenio, se retiraban al silencio personal y al inevitable escrutinio público de su gestión, pero nada más; incluido con sus asegunes el también tricolor Ernesto Zedillo.
En los últimos tiempos los ex presidentes se han vuelto un activo sino importante, sí notorio de la vida política del país.
De Carlos Salinas de Gortari se dijo y se sigue advirtiendo de su participación en las decisiones no sólo políticas, sino hasta económicas y hacendarias del país que gobernó desde Los Pinos, y en donde la corrupción se desbocó de manera tan burda, que los delincuentes de cuello blanco de su sexenio, algunos fueron ultimados y otros se pasean por las páginas de sociales como si fueran grandes empresarios.
Los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón que sucedieron en orden a Zedillo, hasta ahora no siguieron el patrón añejo del retiro presidencial.
De Fox habría que decir que todo lo que señala es igual de insulso y de su interés particular o para los suyos, como lo hizo cuando intentó gobernar al país como una empresa y que terminó reinando el desorden en su Administración, al grado que quienes decidían y se despachaban --$$$-- con la cuchara grande eran sus subalternos y hasta familiares. ¡Inolvidable Martha Sahagún! Quien se empoderó, dijo ella, para participar en la elección del 2006 y por fortuna no lo logró.
Calderón tampoco ha conseguido mantenerse al margen de la vida política nacional, y mucho antes de que el actual presiente Enrique Peña Nieto ni siquiera cumpliera el medio tiempo de su gestión; el panista se hizo presente participando de manera directa y abierta en la elección de la dirigencia nacional de su partido Acción Nacional.
Pero Calderón ya ha ido más lejos y quiere participar en la vida democrática-electoral hacia el 2018, acompañando en la empresa de candidatura presidencial a su esposa Margarita Zavala y advirtiendo una reforma para que en México exista la segunda vuelta electoral en las presidenciales.
Pero alguien debe advertirle al último presiente de México de extracción panista, que su voz, su cara y su presencia pues; a muchos transporta de inmediato a sus frases para enarbolar una guerra o lucha contra la delincuencia organizada y principalmente contra el narcotráfico que a los mexicanos nos ha costado sangre y pérdida de muchas, muchas cosas más como la inseguridad y el sentimiento constante de la misma en cualquier lugar del país.
A los panistas de cualquier corriente, incluida su esposa; Calderón les resta, nunca más les sumará.
Acta Divina… El ex presidente Felipe Calderón Hinojosa advierte: “Si no queremos que México sea el país con los ciudadanos más desencantados de la vida democrática tenemos que acabar con este absurdo sistema de una sola ronda, donde la gente vota por el que más quiere y resulta que gana el que menos quiere”.
Para advertir… De la segunda presencia de Calderón, o sea, su segunda vuelta; muchos estamos desencantados.
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