La Vocación de Mercedes

El Año 2015 concluye. Son momentos de meditaciones profundas. El ahora que se desliza suavemente en la oscilación navideña con felicidades espontáneas sí pero pasajeras. La boruca alucina, somos entonces víctimas de una embriaguez amueblada por villancicos. La suerte viaja con Santa Claus y su manada de renos. Las posadas que son tan mexicanas dan a la mitología cristiana ese humanista sesgo de la caridad. José y María solicitaron hospedaje -posada-, en toda la ruta que lleva de Nazaret a Belén y, se los negaron “no sea algún tunante”: hace 2016 años escamada la gente se guarecía y escondía desde entonces del peligro. Ergo: la violencia no es nueva y el mal tampoco acaba de ser recientemente inventado por el Chapo.
Sin embargo la humanidad, con todos sus yerros y crímenes, con su abundante lepra social y la gangrena que azota la purulencia de su codicia ha recorrido por siglos el camino de la civilización. Lucha sin tregua entre el bien y el mal que no es un sortilegio del demonio o del dominio, sino el balance estipulado en Las Escrituras respecto al libre albedrío, una fatalidad de la que está dotado el hombre con la que puede escoger el destino propio. Pocos sabemos que todo lo que se hace en este mundo y en esta tierra y en este tiempo, un día se paga. Y se paga en esta vida, hoy o mañana, pero quien atropella y aplasta, quien finge y destruye, no necesita llegar al reino de los cielos para recibir el castigo. En esta propia tribulada vida los seres humanos pagamos todas nuestras maldades y si fuimos generosos recibimos el premio a nuestro esfuerzo bondadoso. Se escoge el destino y se selecciona el hado. Todo es compensatorio. Gratuito
no es nada. El purgatorio está aquí presente en forma de envidia, odio, vulgaridad, rencores y padecimientos espirituales.
Pero volvamos mejor a la acción de gracias de la mujer a quien deseo referirme. Este texto se llama la Vocación de Mercedes, y se refiere al compromiso consecuente que la señora Mercedes Calvo de Astudillo está realizando en la institución más humanitaria del régimen: la de Desarrollo Integral de la Familia: DIF. Por temporada de frío se está surtiendo de la ropa necesaria para abrigar a niños de la región de La Montaña quienes sufren en esta época las peores inclemencias. Igual tratamiento se está dando a toda la población vulnerable de la Entidad, más que nada a los ancianos en condición de pobreza. Y quien está dirigiendo este operativo con amabilidad y una sonrisa en el rostro es la esposa del gobernador del Estado.
En otro aspecto la presidenta del patronato del DIF recién acaba de firmar con el Rector de la UAGro, Javier Saldaña Almazán, un convenio para que los jóvenes universitarios en grado de servicio social, realicen estos trabajos dentro de áreas y zonas comunitarias, donde el DIF lo solicite para atenuar los desniveles de atención a la población desprotegida. Otro dato que no debo dejar sin mención: la dotación de lentes que se realizó en el municipio de Zumpango, donde se atendió a niños de primaria, secundaria y telesecundaria, a los que se les aplicó el programa Ver Bien para Aprender Mejor, para lograr un ventajoso aprovechamiento escolar de los infantes.
Sinopsis del voluntariado de doña Mercedes Calvo a dos meses de gobierno de su esposo Héctor Astudillo: ejemplo de capacidad y de vocación heredada de una familia que le sabe cumplir a Guerrero.
PD: “Que una mano no vea lo que hace la otra”: Jesús Cristo.