Por Alfredo Guzmán

La muñeca fea

La muñeca fea
Periodismo
Diciembre 07, 2015 09:17 hrs.
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La vida, es mía. Hoy, voy a buscar divertirme y gozar de mi existencia, sin freno. No me importa que mis padres me reclamen. Ya mañana se contentarán. Sin duda están enojados porque mis amigos, me llevan y me traen en autos lujosos. Me regalan, cosas caras. Mis lentes, Prada, cuestan lo que gana mi padre en una quincena.
Eso les molesta. Me reclaman que a mi corta edad (16 años) yo tenga amigos mayores de edad. Ellos nunca pudieron hacer lo que yo. Ellos están frustrados y sin duda quisieran conocer la mitad de los sabores y de los olores que tengo en la memoria.
La escuela, no es para mí. Me gusta lo inmediato, lo rápido, lo desconocido. Ya habrá, en todo caso, tiempo para estudiar. Yo creo, que debemos vivir rápido, conocer lo máximo, dar rienda suelta a nuestra imaginación y generar ambientes de bienestar y felicidad a diario. Las penas no deben opacar nuestra existencia.
¿Por qué sufrir?, si la vida es tan hermosa, tan rica en cosas que ver, en conocer, en identificar, en vivir, pues.
Los lunes, los antros son muy inadecuados para ir. Están solos y no es recomendable ir sólo a platicar y beber. Me gusta la fiesta. Tengo planeado ir a la casa de alguno de mis amigos. Sus casas con albercas, son grandes mansiones, sus aposentos con camas y sábanas de seda, dan ganas de tirarse desnuda y jugar con el cuerpo.
Mis amigos, me consienten. Me quieren y me cuidan. Me dicen qué ingerir, cómo, cuánto y ya que entro en onda, me consienten. No abusan, sólo me usan, dicen,
Creo que alguna vez me dolió. No sentí, pues estaba ebria y con algunas líneas de coca en mi cuerpo. No recuerdo nada, pero de lo que si me acuerdo, es que al otro día, me dolía todo mi cuerpo. No me podía sentar, ni caminar. Pero luego se me pasó. Porque Juan, me regaló un anillo de diamantes. Dice que era el primero de muchos. Aunque ya no le he visto. Me aseguran que lo mataron o que se encuentra detenido en una cárcel de la frontera con los Estados Unidos, pero como está lejos, ni cómo saber.
Pero no me preocupa, ya vendrá. Mientras me divierto, que es lo que más me gusta. Tengo muchos amigos y ellos me regalan dinero, joyas, bolsas, me visten y me dan lo que se me antoja. Qué más puedo pedir. Algunos se enojan, porque quieren que ande solo con ellos, pero yo les digo, que no me interesan las relaciones amorosas. Eso no me detiene, yo no quiero perderme de nada de lo que pueda conocer.
No tengo miedo. Me cuido. Uso condón, aunque algunos se molestan. Aunque en ocasiones, cuando me pierdo, no me acuerdo. Pero no me he embarazado, ni creo tener alguna infección vaginal. Voy al médico, cuando creo que es necesario. He salido bien.
Estoy bien, hace dos años, a los 14 conocí a Luis, en un antro del centro de Acapulco y me dijo que si quería conocer otro mundo. Me llevó a otros antros, que ni siquiera había oído hablar de ellos. Son de fantasía, y para verme grande, me visto con zapatillas y ropa casual, pero buena. Me ayuda que tengo senos grandes y mido un metro con 70 centímetros y paso como de 18 años. Pero como mis amigos, no les dicen que no, paso siempre y me divierto mucho.
Pero más me divierto cuando me invitan a sus casas. Ahí la cosa, es otra. Es otro mundo. Son mansiones con muchos cuartos, baños y albercas. Más privado, porque ahí corren las pastas, la mota, el polvo y comidas exóticas, que de sólo recordar, se me enchina la piel.
Se ponen a jugar gallos, carreras de caballos, muchos portan armas y nos dejan tirar en su stand de tiro. Es bello, me gusta disparar armas, me siento en otro mundo. Nos colocamos equipo para no escuchar las detonaciones y las figuras pasan rápido y hay que atinarles. Ellos me dicen en qué momento hay que tirar. Los stand de tiro, se encuentran en el sótano, y hay muchas líneas para tirar.
Hay veces que algunos quieren salir a los antros de la calle. Recuerdo que hace tiempo, salíamos y cuando llegábamos, los cerrábamos y nadie salía, ni entraba. Afuera se colocaba seguridad y dentro, nosotros divirtiéndonos, con nuestros desmadre. Algunos o algunas de los que estaban dentro se molestaban, pero luego se calmaban, cuando mis amigos, les quitaban a sus acompañantes y los amenazaban con matarlos, si seguían molestando.
Pero ya hace tiempo, que no cerramos antros, porque me dicen que la competencia, o sea otros grupos, han llegado y reclaman el control de la plaza y desde ahí a la fecha, han muerto muchos de mis amigos.
Cuando ando en onda, y con mis amigos, nada me preocupa. Aunque ya tiene tiempo que no me buscan.
Todos tienen autos de lujo, sus camionetas, son grandotas y algunas hasta me dicen que están blindadas. Que no entran las balas. Que sólo con un cañón, las pueden detener.
Últimamente, ha bajado mi euforia inicial, porque he tenido información, de que han ocurrido enfrentamientos con otros grupos. Pero mis amigos, son muy buena onda. Ellos me dicen que no se meten con nadie, si los otros, los respetan. Conozco a varios que son muy calmados, otros un poco violentos, cuando se les pasan las copas de whiskey y tequila.
Me piden que les presente amigas chiquitas, como yo.
He llevado a algunas, pero luego, cuando me quieren quitar a mis novios, ya no las vuelvo a invitar.
Tengo algunos conocidos en la cárcel y me piden que los vaya a ver. Me mandan recados con otros, pero la cárcel, no me gusta. Es muy corriente y sórdida. Me da miedo, pues.
Hoy, me voy a divertir y haré lo que me gusta, ya mañana Dios dirá.
Aunque, nadie ha venido hoy.

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