UNO. “Nunca hagas cosas buenas que parezcan malas” y así tras de este silogismo tan simple, el gobierno de EPN se entrampa y sigue en caída libre sin que ya nada lo pueda detener.
Piensan sus publicistas y sus manejadores de imagen que con el tiempo todo volverá a su nivel, todo se olvidará y ellos seguirán saqueando al país, pero la gente, el pueblo, los familiares de extorsionados, secuestrados, desaparecidos, desempleados y demás personas dañadas por los abusos de una o de otra parte -ya no se sabe quién es más mafioso si el gobierno o la propia mafia- no lo piensan así.
Robert Graves, sabio escritor inglés, señalaba que muchas veces los generales, los políticos, dan como un hecho que un ejército poderoso con las mejores armas puede acabar con un ejército mal vestido y con armas anticuadas, pero no toman en cuenta la actitud de los soldados, su estado de ánimo, la forma en que toman las guerras y las batallas, no es lo mismo luchar por un salario que por la libertad de tu pueblo, no es lo mismo estar indignado por un hijo desaparecido que ser militar o policía federal.
Y eso no lo está tomando en cuenta el gobierno neo-priísta que dice que quiere honradez cuando flota por todos lados el ruin aroma de la corrupción; que quiere que el mundo lo trate bien y lo respete cuando ellos tratan muy mal a su pueblo y no lo respetan.
Y aquí seguiría una larga lista de los múltiples malestares y agravios que nos aquejan.
DOS. Pero lo cierto es que no acaban de atinarle a lo que deben de hacer que es muy sencillo: cumplir con sus obligaciones, trabajar por el bien del país y del pueblo, pero empantanados en sus supuestas reformas estructurales -que no son tales sino que sencillamente se está legalizando el saqueo del país-, ya no saben para dónde hacerse.
Pensaron que la tenían muy sencilla y fácil, pero no, porque desde la televisión no se gobierna y los galanes son buenos en las telenovelas pero no en la cruenta realidad. De escándalo en escándalo, de regada en regada, el gobierno de EPN y sus 40 funcionarios -ya sabemos que aquí podemos aplicar un sinónimo del famoso cuento de Alí Baba-, se les pega el engrudo, se les evapora el agua, se les quema el arroz.
Sencillamente les llueve sobre mojado y ya no saben para dónde hacerse.
TRES. El Papa señala algo que por sabido se calla e inmediatamente un canciller ineficaz sale a la palestra a defender lo indefendible: un gobierno débil, incapaz, corrupto y mal habido. No supo ser diplomático y se defendió de un comentario que no es una declaración oficial. No sabe distinguir lo particular de lo público, no sabe distinguir nada. Y luego, para curarse en salud, señala que el gobierno de México siempre está atento a defender a nuestros connacionales en el extranjero, cosa que no hace ni en nuestro país ni afuera.
Si nos vamos al principio de todo lo que generó el caos actual que vivimos, EPN nunca ganó de manera legal y justa: hizo trampas.
Y luego vienen los magistrados a decirnos que no, que todo fue legal, impecable, y todos los que estamos informados por los medios críticos, sabemos de todas las chapuzas que se realizaron para que el candidato de Televisa y el PRI se instalara en el poder.
No hay credibilidad a ningún nivel de gobierno. Las conciencias lúcidas ya lo veían venir con este sujeto que no lee, no se cultiva, no pone atención a lo que es el fino arte de gobernar. Carlos Fuentes lo dijo en una entrevista con Carmen Aristegui: “Si (el presidente) es Peña Nieto va a tener más ayuda que un barco que se hunde. El gobierno va a ser muy difícil porque los problemas del país se acumulan y el señor Peña Nieto y la gente del PRI en general no tienen respuestas convincentes para los problemas actuales del país”. Y en efecto: los problemas crecen y los miembros del PRI-gobierno no llegan a ninguna solución y tampoco trabajan de manera seria y constante: hacen como que hacen y finalmente nada hacen.
CUATRO. Por si no fuera poco, muere un maestro durante una manifestación en el estado de Guerrero, de manera no clara y todo apunta a la represión y, de nueva cuenta, el gobierno ineficaz que nos des-gobierna, vuelve a mostrarnos un rostro que le sienta bien: resolver todo por la fuerza, ya que no hay modo de hacerlo con trabajo y razón.
Imposible llevar la cuenta de los agravios que han cometido en los últimos 30 años los gobierno federales tanto del PRI y del PAN.
Y el gobierno de EPN ha resultado tan malo que hasta el ex-presidente alto y vacío deja oír su voz para decir que hasta en “jaque” y a punto de “mate”. Y por si fuera poco. EPN comete otra burrada: pedir que los agentes extranjeros en nuestro país anden armados.
Como el señor no lee, debería de saber que desde los atentados a las Torres Gemelas de Nueva York, los agentes del FBI andan por todos lados y gozan de poderes extra-constitucionales en su país y aquí, con el pretexto de detener a los posibles terroristas que pudieran atentar contra Estados Unidos, o sea que cualquiera.
No es sólo los agentes aduanales y migratorios sino los de la DEA y otras instituciones normativas del vecino del norte quienes, con la ley que manda EPN al senado, se pasearían impunemente por nuestro país sin que nadie les diga nada. ¿Y la soberanía nacional? ¿Y la Constitución? EPN las ignora como ignora el sufrimiento del pueblo de México. CINCO. ¿Hacia dónde vamos? Hacia ningún lado porque no hay dirección. Llueve sobre mojado, el barco se hunde y el capitán en vez de sacar el agua pide que le echen más. Ese es nuestro presidente: un sujeto que no sabe tomar decisiones a favor de la Nación.
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* Profesor investigador de la Universidad Autónoma Chapingo y miembro del IISEHMER de la misma institución. Sus más recientes títulos publicados son: Árbol afuera (poemas, antología, Ed. Cofradía de Coyotes, México, 2013. 124 pp.), Amar es perder la piel (Ed. Molino de Letras-UACH, México, 2013. 194 pp.), Lámpara sin luz (novela, Fondo Editorial Mexiquense, México, 2013. 267 pp.), Árbol afuera (poemas, antología, Cofradía de Coyotes, México, 2013. 108 pp), Abrevadero de Dinosaurios (antología de minicuentos, Ed. Cofradía de Coyotes, México, 2014. 110 pp.) y Cartas marcadas (antología, Ed. Cofradía de Coyotes, México, 2014. 112 pp).