RAMÓN ZURITA SAHAGÚN

PRESAGIO

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Periodismo
Diciembre 09, 2015 09:25 hrs.
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Son varias las entidades del país en la que el PRI mantiene los focos rojos, ante la cercanía de los comicios del año próximo, ya que corre el riesgo de perder en las urnas.

Hemos comentado en ocasiones anteriores el resquebrajamiento de la estructura partidista y la amenaza que se cierne en otros más ante una mala selección del candidato a gobernador.

Durango es por ahora el único estado en el que el PRI abrió su abanico y presentó como su candidato a gobernador al alcalde de la capital, Esteban Villegas Villarreal, lo que provocó un gran descontento entre los demás aspirantes.

Pero si en Durango se asoma una gran descomposición ente la militancia, en otros estados más en los que ni siquiera conocen a su abanderado, los problemas se asoman por todos lados.

De las doce entidades en que los priistas seleccionaran a su abanderado para el proceso electoral de mediados del año próximo, nueva son gobernados por militantes del partido tricolor y tres más por ex militantes de ese mismo partido que se enfundaron en nuevas playeras para llegar a la candidatura que el PRI les negó en su momento.

Para fortuna del Partido Revolucionario Institucional dos de los tres gobernadores aliancistas resultaron ser pésimos gobernantes y el tercero dedicado parte de su tiempo y estructura a la construcción del andamiaje que le permita convertirse en candidato presidencial de su nuevo partido.

Gabino Cué Monteagudo y Mario López Valdez, gobernadores de Oaxaca y Sinaloa, respectivamente, fueron las grandes decepciones para los ciudadanos que les dieron el triunfo en las urnas. Rafael Moreno Valle Rosas, consiguió posicionamiento propio y de su partido, aunque su gestión se ha visto salpicada de todo tipo de acontecimientos.

En las tres entidades que lograron los triunfos los aliancistas se pretende repetir la estrategia, mediante las coaliciones entre derecha e izquierda, privilegiando al partido mejor posicionado.

Puebla y Sinaloa tendrían un candidato surgido del PAN, pero arropado por la izquierda, mientras que en Oaxaca sería a la inversa, con un militante perredista protegido por la derecha.

Sin embargo, en el terreno de la realidad, los priistas esperan recuperar tanto Oaxaca como Sinaloa, ya que Puebla la ven perdida, en parte por la presencia del gobernador y otro tanto por la presentación de un candidato popular y bien posicionado como lo es Antonio (Tony) Gali.

En Oaxaca, la pulverización del voto puede dar la victoria al priismo, si es que logra conjuntar a todos los grupos alrededor de su abanderado. La izquierda se encuentra sumamente fragmentada, con un partido como MORENA, sin querer compartir candidato con el PRD y con un gobernador vinculado al Movimiento Ciudadano.

Se cree que en Oaxaca, MORENA iría solo, mientras que Movimiento Ciudadano, PRD y Partido del Trabajo irían en bloque y se les uniría Acción Nacional en torno a un mismo candidato.

En Sinaloa el boom de hace seis años no parece producirse, aunque la figura de un candidato independiente asoma en la persona del diputa Manuel Clouthier Carrillo, hijo del legendario “Maquío”, quien llegó a la Cámara de Diputados como legislador independiente y pretende mantener esa figura.

De acuerdo con diversas expresiones del dirigente nacional priista, Manlio Fabio Beltrones, su partido pretende ganar al menos nueve de las doce gubernaturas en disputa.

Puebla se considera como difícil la recuperación, mientras que existen varias entidades con los focos rojos.

Aguascalientes, Tamaulipas, Durango, Oaxaca y Veracruz, son parte de ese formato, donde los priistas pueden encontrar dificultades para ganar y dar al traste con los pronósticos del presidente de su partido.

Perder seis estados de los doce en disputa sería un mal presagio para el priismo con vistas a los comicios presidenciales del 2018.

Es cierto que hay mucho descontento de la ciudadanía hacia varios de esos gobiernos emanados del PRI, pero también lo hay sobre los gobiernos aliancistas de Oaxaca y Sinaloa.

Sinaloa está catalogado por los priistas como de posible recuperación y solamente la sombra del independiente los separa de la victoria, sin importar el candidato que postule el tricolor.

Oaxaca es otra cosa, con todo y el mal gobierno de Gabino Cué, que es tan malo como antes lo fueron los de los priistas Ulises Ruiz y José Murat que pretenden continuar operando a favor de sus grupos, lo que pondría en riesgo la recuperación del estado por parte del tricolor.

Sin embargo, el estado que más preocupa a los altos mandos priistas es Veracruz, por tratarse de una de las grandes reservas de votos de los tricolores y donde la pérdida del gobierno estatal significaría un duro golpe con rumbo a la elección presidencial del 2018.



NO HUBO DESAIRE



En Campeche se trató de presentar como un desaire el que Manlio Fabio Beltrones no asistiera a la toma de posesión de la nueva dirigencia partidista, lo que no fue así en el terreno de los hechos.

Sucedió que el mismo día el sonorense tenía que estar en otra entidad, del norte del país, Tamaulipas, donde se celebró el Consejo Político Estatal del partido y a diferencia de Campeche, en Tamaulipas habrá renovación del Ejecutivo estatal el año próximo.

La presencia de Carolina Monroy del Mazo, la secretaria general del partido fue bien recibida y se equivocan los que pretenden amarrar navajas entre el gobernador de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas y el presidente nacional del partido, Manlio Fabio Beltrones.

Los dos coincidieron en la vida política activa de legisladores, donde Beltrones fue el coordinador de Moreno en el Senado de la República y en la Cámara de Diputados.



Email: ramonzurita44@hotmail.com



Email: zurita_sahagun@hotmail.com

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