Alfredo Guzmán

¿Rogelio: y el costo de los excesos?

¿Rogelio: y el costo de los excesos?
Periodismo
Abril 20, 2015 00:52 hrs.
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Con el tiempo y un trapito las aguas regresan a su nivel. Hoy, luego de 10 años perdidos con gobiernos como el de Zeferino Torreblanca Galindo y el del inefable y corrupto Ángel Heladio Aguirre Rivero, el estado de Guerrero empieza a sacar la cabeza del hoyo.
La luz del túnel, que pocos suponíamos volver a ver, se avizora en el horizonte. Triste, pero al fin luz.
No pretendo culpar sólo a los 10 años de gobiernos perredistas en Guerrero, sino también a los 70 años de un priismo vegetativo, violento, donde la represión contra el reclamo social fue lo común. Donde hubo avances, pero a un costo excesivo. Donde los cacicazgos, la impunidad, la corrupción y la relación controlada con las mafias y de grupos de narcotraficantes, era lo cotidiano.
Hoy, muchos de esos excesos aún se resienten entre la sociedad.
Recién preguntaba irónicamente si Rogelio Ortega era milagroso. No lo es. Es una persona común y corriente. Con vicios y virtudes. Con errores y bondades. Muchos lo han calificado de débil, de títere, que le pega su mujer, de no actuar contra el magisterio y por no haber puesto a los estudiantes de Ayotzinapa en su lugar. De no tener idea de cómo se gobierna. Pero nadie lo ha acusado de ladrón. No se ha robado un solo peso, porque entiendo que, como sí lo hicieron los otros, no vino a robar. Vino a dar esperanza, solución a problemas provocados por el autoritarismo, y ha dado resultados. Porque si hay algo que no pueden ocultar los gobernantes es lo pendejo y lo ladrón.
Acostumbrados a la mano dura, hasta los padres de familia de los jóvenes desaparecidos propusieron como gobernante del estado de Guerrero, a un militar de nombre Moisés Reyna Montalbán, quien supuestamente fue egresado de Ayotzinapa y por tener conocimiento del estado y don de mando, que es lo que supuestamente requería el estado.
Todos los que ayer alababan y festejaban los excesos del ex gobernante Ángel Heladio Aguirre Rivero, hoy atacan soezmente al actual gobernador interino, porque les quitaron la mamila. Los medios informativos, los columnistas, los amigos, los empresarios, los que se vieron afectados con la salida de Aguirre Rivero, hoy claman veladamente su regreso. Hasta los diputados de todos los partidos quieren que les devuelvan la mamila. Pero, tenga chango su mamila.
No hacen alusión al desmadre que dejó Aguirre Rivero y su gobierno y que ellos solaparon y que provocó con su desmedida ambición, al dejar a las bandas de la delincuencia organizada hacer lo que hicieron y aún hacen en Guerrero.
Hay irregularidades por más de 3 mil millones de pesos que el gobierno federal, por medio de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), ha detectado en el gobierno anterior, que dejó sin fondos al actual gobierno interino.
Ya lo dije y lo repito: los cierres financieros anuales en los gobiernos estatales se realizan en octubre, por mandato de Hacienda y los flujos, reinician en marzo. El gobierno de Rogelio Ortega Martínez se pasó 5 meses sin dinero. Sin capacidad de negociar nada. Hoy, el magisterio ha dejado la plaza de Chilpancingo, Acapulco, y en breve lo hará en Tlapa. ¿Qué querían? Dinero.
Pero la gente quería mano dura. Si lo hubiera hecho, no habría Estado de Guerrero, hoy.
La negociación hasta el cansancio, el respeto a la protesta, la negociación y más negociación, es lo que ha permitido muchas cosas. Hoy, hay clases en las escuelas de Acapulco que no tenían, por inseguridad. Hoy, no hay bloqueos, ni marchas que paralicen la ciudad. El reclamo de los padres de los desaparecidos sigue y seguirá, pero por otros cauces. La solidaridad que este gobierno manifestó, ayudó a detener algunos excesos. Ya no se bloquean las casetas. La inseguridad aún se mantiene, pero se ha reducido bastante.
Los movimientos radicales, están aislados, pero vivos y detectados. El turismo empieza a encontrar ciudades más seguras.
Los guardias comunitarios, que en un principio hicieron un papel importante, fueron penetrados por muchos intereses, y hoy están en una condición sino de retiro, sí de cambio y de institucionalización.
La pobreza en Guerrero es ancestral. Pero habrá que realizar el gobierno federal muchos esfuerzos e inversiones reales, para cambiar el escenario de rezago y miseria en todo el estado de Guerrero. La inseguridad ha bajado un poco; y, si no, que le pregunten a los empresarios.
Los procesos electorales, van. Cuando hace unos meses, hasta el personal del INE decía que no había condiciones. Hoy, la institucionalización y recuperación de la confianza, camina a paso lento. No es fácil avanzar cuando la casa, estaba tirada. Con orden, con diálogo, con conciliación y respeto a la diferencia, se han hecho algunas cosas.
Hoy, no estamos igual que cuando Aguirre Rivero y sus secuaces, que algunos aún están ahí, abusaron.
Rogelio Ortega ha sido un ciudadano que ha hecho un esfuerzo importante por avanzar. Ha respetado la libertad, hasta para que se le ofenda y se le considere un pelele. Pero hay resultados positivos para los ciudadanos guerrerenses.
Que se vaya, no depende de mí. Depende de una decisión política y de los diputados locales. Pueden hacer lo que quieran. Pero antes de tomar una decisión, tienen que ponderar, lo que había hace 6 meses y ahora. Simple. Gracias.

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